Con el domingo de Pascua se puso fin ayer a la Semana Santa manilveña. Atrás queda unos días donde vecinos y visitantes han podido disfrutar de los actos litúrgicos preparados por las hermandades de la localidad.
Ayer las calles de Manilva se vistieron de fiesta para rememorar un año más la resurrección de Jesucristo a través de una procesión con una larga historia, la del Santísimo Cristo Resucitado y la Santísima Virgen del Rosario, que recorrió las principales vías de este núcleo para llegar hasta la calle Mar, donde se llevó a cabo el encuentro de ambas imágenes y la tradicional suelta de palomas.
Muchos fueron los fieles que siguieron esta procesión, como muchos han sido también los que han seguido muy de cerca toda la semana santa manilveña, desde la procesión de la Borriquita del Domingo de Ramos, pasando por la noche de exaltación a la saeta del pasado martes, así como la procesión de Jesus Nazareno del jueves o el Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores y La Soledad del viernes. Estos actos han estado organizados por la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y Nuestro Padre Jesús Nazareno de Manilva, que ha mostrado su satisfacción y ha agradecido el seguimiento que ha tenido la semana santa en Manilva.
Por otro lado, la Hermandad del Cristo del Amor y Nuestra Señora de los Dolores de Sabinillas, hizo lo propio en esta barriada, desarrollando una serie de actos litúrgicos a lo largo de la semana, que culminaron con la procesión el pasado viernes santo de los titulares de esta hermandad.
El punto álgido de esta procesión tuvo lugar cuando en la plaza de la iglesia se dieron cita ambas imágenes ante la mirada atenta de los fieles que no quisieron perderse este esperado momento que recuerda la crucifixión de Jesucristo.
De esta manera, se cierra una semana en la que la climatología ha hecho posible que los muchos turistas que se han acercado al municipio, hayan podido disfrutar también del sol y de nuestras playas, que presentaban un aspecto inmejorable.