De esta manera, tal y como estaba previsto por la delegación de Cultura que dirige Alba Jiménez, el Civima acogió diversas actividades en las que predominaba una representación teatral de un cuento de Edgar Allan Poe, puesto en marcha desde diputación y el ciclo de cine de terror para todos los públicos. Todo comenzó a las cinco de la tarde en la plaza de la vendimia con pintacaras, juegos y animación infantil. Un gran número de pequeños y adultos se sumaron a estas actividades para celebrar esta festividad.
También los jóvenes pudieron bailar y disfrutar en el pabellón de usos múltiples de Manilva con una fiesta organizada por la delegación de Juventud, que dirige Agustín Vargas, en la que citó a los jóvenes para disfrutar de una velada donde los disfraces, la música y el buen ambiente fueron los protagonistas.
Unos 700 jóvenes pasaron una agradable noche con disfraces de todo tipo que dieron un toque variopinto a dicho festejo.
Cabe destacar el buen comportamiento de los protagonistas sin tener que mencionar ningún incidente de relevancia.
Desde el Consistorio manilveño se agradece la buena labor desarrollada por la Policía Local, la cobertura de los médicos y a los alumnos del instituto las viñas.