El Taller de Cerámica, encabezado por la artista local Conchi Ferrer, es el encargado de realizar este mosaico que rinde tributo a la labor que desempeñan hombres y mujeres en el campo y que lo han venido haciendo en nuestra localidad de manera ancestral, de ahí la importancia de que se vea representado un lugar tan emblemático como es la plaza de la Vendimia, después de que el anterior sufriera diferentes desperfectos y tuviera que ser retirado por seguridad.
Con un tamaño de 8 metros de largo por 3.40 de ancho, 680 lozas han sido pintadas para formar esta representación de la agricultura manilveña.
Para el alcalde de Manilva, la reparación de este mural ha sido un compromiso a nivel personal y también como primer edil, dado que el conservar la historia de lo que fuimos y de lo que somos, es una seña de identidad.
Esta representación artística, de visita obligada, contará con varios cambios aunque se mantendrá la esencia de la imagen original.