Todo un éxito tanto a nivel organizativo, como de asistencia de público, para la primera edición del Encuentro de Moras y Cristianas, que se desarrolló ayer en el monumento del Castillo de la Duquesa.
Las salas de exposición del monumento acogían desde hace ya algunos días la muestra pictórica de diferentes artistas que tiene como tema central, la mujer, y que se podrá visitar hasta el próximo 1 de septiembre. Por otra parte, también estaban expuestas diferentes ediciones literarias de escritores de nuestra localidad.
El alcalde de Manila, Mario Jiménez, abría el evento con palabras de agradecimiento a todos los presentes, especialmente al cónsul general de Marruecos, que se ha volcado con la iniciativa.
El cónsul, Mohamed Rafaoui, se dirigió al pueblo de Manilva para agradecer la acogida por parte de los vecinos al gran número de personas que componen la comunidad marroquí en nuestro municipio, al tiempo que dio las gracias al alcalde y al resto del equipo de gobierno, por su contribución en el acercamiento de ambas culturas.
Laura López, edil de extranjeros, encargada junto al Ateneo de Manilva, de la organización de la actividad, también tuvo palabras de agradecimiento para todos los que han colaborado con la iniciativa, entre ellos diferentes firmas comerciales y la delegación municipal de cultura, e insistió en la necesidad de crear vínculos de unión entre ambas comunidades, deseando que esta actividad se perpetúe en el tiempo como símbolo de unión entre ambas.
Ahmed Ksiri, presidente del Ateneo, agradeció al pueblo de Manilva la acogida que tuvo hace más de veinte años cuando llegó a esta tierra, a la que calificó como el mejor sitio del mundo para vivir. Ksiri ha puesto gran empeño desde que asumió el cargo de presidente de esta entidad, en crear un espacio de interculturalidad que una a todos los vecinos.
Tras el saluda oficial dio comienzo el programa preparado para la tarde noche.
Los presentes pudieron disfrutar con una lectura de poemas tanto en español como en marroquí, a cargo del que ha sido reconocido como uno de los mejores hispanistas de marruecos, periodista, investigador, escritor y poeta, Ahmed Mohamed Mgara, a quien acompañó sobre el escenario la poeta y escritora Laziza.
Mgara quiso agradecer al Ateneo de Manilva su invitación y lo hizo en nombre del ayuntamiento de Tetuan, entregando a Ahmed Ksiri, una placa conmemorativa y otra de la Fundación Mgara Rabahi.
Juan Emilio Rios Vera, filólogo hispánico, escritor, vocal del Ateneo de Manilva y presidente del de Algeciras, pero sobre todo una persona que aboga por la plena integración de todas las culturas, se dirigió a los presentes para contar su trayectoria en torno a los proyectos puestos en marcha para la unión de ambas orillas.
A partir de ahí, dieron comienzo las actuaciones musicales que se encargó de abrir Cristina Seguín con su cuadro de baile, poniendo sobre el escenario algunos temas de clásico español y flamenco, que no dejó indiferente al público presente que aplaudió el desempeño de estas artistas.
Ana Veléz, se dejó la piel sobre las tablas, mostrándonos una fusión perfecta de estilos y haciendo un guiño a la comunidad marroquí, sin olvidar sus raíces gitanas. Esta cantautora manilveña, ha realizado sus estudios superiores de músicas modernas en Londres.
Quien sorprendió muy gratamente a los presentes fue Zohra El Gharbaoui, que aunque nacida en Marruecos demostró llevar dentro de su corazón y por bandera, el mundo de la copla, y así lo puso de manifiesto interpretando con su enorme voz algunas de las canciones más conocidas de este género.
La guinda a la noche la puso la orquesta “Al Ijlas”. Se trata de la continuación de diversas orquestas de la música Andalusí, cuyas raíces datan desde la época de Al Andalus.
Wafae El Asri, su actual presidenta, profesora en el conservatorio de música en Tetuán, tomó el relevo de sus antepasados y ha llevado la cultura musical Andalusí a través de la Orquesta Al Ijlas a medio mundo: EEUU, Canadá, Europa y Medio Oriente, llegando a estar en diversos países de Asía; participando en eventos culturales, folklóricos y musicales.
De esta manera y con un muy buen sabor de boca, se despedía esta primera edición del Encuentro de Moras y Cristianas, cuyo cartel ha sido realizado por Inmaculada Andrades, y que muestra las dos partes de una misma cara, la de una mujer.