Este brote no constituye una zoonosis, por tanto no es transmisible a humanos ni los productos ganaderos tienen efectos negativos sobre la salud de los consumidores.
Lo que si puede producir, son cuantiosas pérdidas económicas en las explotaciones ganaderas por lo que se deben extremar las precauciones para prevenir la infección del ganado, principalmente luchando contra los mosquitos vectores.
A los ganaderos se les recomienda, Mantener las instalaciones y los locales limpios, Tratar las instalaciones con insecticidas de forma periódica, Aplicar insecticidas de larga duración a los animales, Recoger los animales durante la noche y guarecerlos en establos o locales y desinfectar y desinsectar los vehículos de transporte de ganado.
Los síntomas en animales sospechosos son Fiebre, Hemorragias en boca y nariz, Salivación excesiva, Descarga nasal, Cojeras, Diarrea profusa y vómitos, Lenguas de color azul y Abortos.
En caso de aparecer síntomas sospechosos en los animales se deberá comunicar inmediatamente a la oficina comarcal agraria en el teléfono 951 27 04 76 para que se realicen las pruebas diagnósticas correspondientes.