El sacerdote rondeño, José Antonio Melgar Muriana, ha sido nombrado nuevo párroco de la iglesia de Santa Ana, en Manilva, San Luis, en Sabinillas y Nuestra Señora de la Encarnación, en Casares. Se trata de un párroco muy querido y apreciado en la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves. José Antonio Melgar, que se formó en los salesianos de Ronda y lleva impreso el espíritu de Don Bosco, viene manteniendo una estrecha colaboración con la comunidad salesiana, tanto en Marbella a donde acude con frecuencia a dar charlas a los jóvenes y oficiar en los colegios de María Auxiliadora I y II, como con los salesianos misioneros que llevan a cabo una formidable labor en distintos países de África.
Para llevar a cabo un valioso trabajo solidario con países de África donde están instalados los salesianos, creó junto con un grupo de personas de la Sierra de las Nieves y la Costa del Sol, ACISS, que ha llevado a cabo magníficos trabajos de ayuda en algunos países del citado continente, especialmente trabajando en unión de la comunidad salesiana de Ghana a donde acude cada verano al frente de un equipo de médicos de los hospitales de la Costa del Sol, para operar en el hospital salesiano de Apam y en el instalado en el campamento de refugiados de Buduburam. Este trabajo solidario mereció que el arzobispo de Accra, monseñor Palmer y el embajador en Madrid, Fidelio Ekar, acudieran a Monda y al Parador de Juanar en Ojén y posteriormente a diversas poblaciones de la Costa del Sol para agradecer a los alcaldes de Málaga, Marbella, Coín, Benahavis, Ronda y Monda la ayuda que se presta a este campamento de refugiados desde estas poblaciones.
El reverendo José Antonio Melgar, es un sacerdote cercano, amable, que sabe llegar a los corazones y llevar el mensaje del Evangelio con la alegría que imprime el espíritu salesiano.
El obispo de Málaga monseñor Jesús Catalá Ibañez, posiblemente con el consejo del arcipreste de Marbella, Estepona, Manilva y Casares, José López Solórzano que sabe de las virtudes del joven sacerdote Melgar Muriana, le ha encomendado su nuevo trabajo pastoral en Manilva-Sabinillas, donde la labor y el carácter abierto y dialogante de este sacerdote seguro que tendrá importantes frutos para que el mensaje de Cristo sea acogido sin reservas, con el perdón y el consuelo que la fe propicia. La alcaldesa de Manilva, Antonia Muñoz, lo recibirá en los próximos días para darle la bienvenida y ponerse a su disposición como primera edil manilveña para facilitarle su labor en el municipio.